Como ya ocurrió el año pasado, volvimos a tener mucha suerte con el tiempo. Pudimos disfrutar de un soleado y caluroso día. Algo no muy común últimamente por Inglaterra. Como ya he comentado anteriormente estamos viviendo uno de los peores veranos que se recuerdan.
Durante toda la tarde disfrutamos de la comida, de la cerveza (deporte nacional por estos lares), el trampolín, los caballos y ya más entrada la tarde comenzó el concurso de rodeo.
Aunque parezca que tengo la situación controlada, creo que fui el que menos aguanto de todos los presentes...
A última hora de la noche nos reunimos alrededor del fuego (porque ya empezaba a hacer rasca...) y los marshmellows (o nubes como lo conocemos en España). Incluso algunos valientes (entre los que no me encuentro..) pasaron la noche a la luz de las estrellas y de la lluvia, la cual pronto hizo acto de presencia (muy tradicional en el país).
Esperemos a ver con que nos sorprenden el año que viene...
EXPERIENCE HUNTER
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